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Clasificación y Tipos de suelos

  • Cristopher Cortés
  • 31 mar
  • 3 Min. de lectura

¿Qué es el suelo?

El suelo puede definirse de distintas maneras según la disciplina que lo estudie. En ingeniería, se considera un aglomerado de minerales, materia orgánica y sedimentos relativamente sin cohesión, depositado sobre la roca madre. Desde la geología, se define como la capa más superficial y delgada de la corteza terrestre, compuesta por rocas descompuestas y desintegradas, con la capacidad de sustentar la vida en su superficie. En términos generales, el suelo es un cuerpo natural heterogéneo formado a lo largo del tiempo por procesos físicos, químicos y biológicos, cuya composición y estructura determinan su capacidad para sostener la vida vegetal, regular el ciclo del agua y servir de soporte para diversas actividades humanas.




Clasificación y Tipos de suelos

El suelo es un material complejo cuya clasificación varía según la disciplina que lo estudie. Mientras que enfoques como la geografía y la agronomía priorizan su composición y utilidad en actividades como la agricultura y la ganadería, la ingeniería civil, a través de la geotecnia, se enfoca en sus propiedades físicas, químicas y mecánicas para determinar su comportamiento y uso en proyectos de construcción.

Dentro de la mecánica de suelos, la clasificación es un aspecto fundamental para evaluar su idoneidad en diferentes aplicaciones. Debido a la gran variedad de suelos que existen en la naturaleza, se han desarrollado múltiples sistemas de clasificación, cada uno diseñado para responder a necesidades específicas. Entre estos se encuentran clasificaciones basadas en el tamaño de las partículas, el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (SUCS) y normativas empleadas en el diseño y mantenimiento de carreteras y aeropuertos.

A continuación, exploraremos las principales clasificaciones utilizadas en mecánica de suelos, analizando sus criterios y aplicaciones dentro de la ingeniería civil.



Sistemas de Clasificación


1. Clasificación por texturas: consiste en agrupar a los suelos por su consistencia, el tamaño relativo de sus partículas y porcentaje de componentes. Más información >>>


2. Clasificación ABC: sistema utilizado por OSHA para categorizar los suelos en obras de construcción según su estabilidad y fuerza de compresión. Más información >>>


3. Clasificación I, II Y III: La clasificación I, II y III agrupa los materiales de excavación según su dificultad de extracción, desde suelos blandos y fáciles de remover hasta rocas que requieren equipo especializado. Más información >>>


4. Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (SUCS): clasifica los suelos según el tamaño de sus partículas y su plasticidad, dividiéndolos en suelos gruesos, finos, orgánicos y turba, utilizando análisis granulométricos y los límites de Atterberg. Más información >>>


5. Clasificación AASHTO (Asociación Americana de Funcionarios Estatales de Carreteras y Transporte): evalúa la calidad de los suelos para su uso en terraplenes y capas de pavimentación, dividiéndolos en ocho grupos según su granulometría y plasticidad, mediante análisis de tamices y los límites de Atterberg. Más información >>>


6. Taxonomía de suelos y clasificación USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.): conocida como Taxonomía de suelos, es un sistema jerárquico diseñado para clasificar todos los suelos del mundo, con énfasis en los de EE.UU., basándose en su composición (mineral u orgánica), horizontes diagnósticos y características específicas, organizados en seis niveles: orden, suborden, gran grupo, subgrupo, familia y serie. Más información >>>


Cada una de estas clasificaciones responde a la necesidad de entender cómo se comportan los diferentes tipos de suelo en distintos escenarios, optimizando así su uso en proyectos específicos.

 
 
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